Yo les comparto las imágenes y unas reflexiones sobre lo que pasó ese día.
El día inició para mí a las 7 AM, al prepararme para encontrarme en el zócalo con Patasalada e iniciar la venta del periódico "La Jornada" como una forma de obtener fondos para el SME y para la Casa del Movimiento de la Delegación Benito Juárez. Esta desmañanada para mí fue heroica dada mi proclividad a vivir y trabajar en horario nocturno, pero no es nada comparada con la mega desmañanada que tuvieron que pasar las compañeras Xasni y Patasalada para ir a recoger la Jornada, armar los ejemplares, e instalar la carpa en el punto de venta en el zócalo. Por fin, a las 8:30 todo estaba listo para iniciar la venta.
La carpa de la Casa del Movimiento de la Delegación Benito Juárez para la venta de La Jornada
A esas horas acababa de terminar una sesión colectiva de yoga, el paisaje del zócalo era triste, nublado. Los pronósticos del clima no auguraban nada bueno, había grandes dudas sobre el aforo que tendría la asamblea. Los vendedores ambulantes comenzaban a instalarse con su mercancía. Cerca de nosotros hubo un forcejeo entre una vendedora de tostadas y unos policías que querían arrebatarle su canasta, pero la gente se les puso al brinco y empezaron a gritarles que la dejaran en paz. No hicieron caso y la gente empezó a acercarse gritando cada vez más, unas viejitas se acercaron empuñando su bastón. Los policías no aguantaron la presión y se fueron en medio de una lluvia de mentadas.
El zócalo poco antes de las 10:00 AM
Poco a poco empezaba a llegar la gente. Varios de nosotros vendíamos el periódico y comprobamos con tristeza que mucha gente no tenía ni los 10 pesos que cuesta un ejemplar. La concentración crecía cada vez más, poco a poco llegaban los contingentes que habían marchado desde el Hemiciclo a Juárez, y los ciudadanos de a pie y a las 10 en punto la voz de Jesusa se escuchaba por toda la plaza. A las 11 y con el zócalo prácticamente lleno, com lo muestran las fotos de Elena, comenzó, de acuerdo con la agenda programada, la intervención de representantes de cada estado de la República. Las fotos de Campanero son elocuentes, las intervenciones fueron un escaparate de la diversidad cultural de nuestro país, y también de la problemática que enfrenta cada región. El nivel de las intervenciones, sin embargo no fue el mismo; hubo testimonios muy importantes y conmovedores, como el de la joven de Nuevo León, la señora de Chihuahua; otros muy llamativos, como el del representante de Nayarit, ataviado con la vestimenta huichol; o el de Yucatán, que recitó una bomba creada especialmente para la ocasión, y otros muy demagógicos, muy "políticos", entendido esto como el viejo estilo de decir y hacer.
Esta parte del programa fue importante sin duda alguna, porque expuso los contextos y circunstancias por los que atraviesa el movimiento en el territorio nacional. Fue también una rendición de cuentas a la ciudadanía que escuchó atenta todas y cada una de las intervenciones. Sin embargo, y como suele suceder cuando un programa tiene tantos participantes, los tiempos asignados no se respetan del todo, hay pequeños baches en la continuidad, y el resultado general es una acumulación de tiempos muertos que multiplicada por el número de oradores (40) provocaron un retraso de una hora en el programa. Demasiado para una multitud que viajó toda la noche anterior en muchos casos; que madrugó, marchó, esperó y se mantuvo de pie por casi dos horas. El resultado a esas alturas era un cansancio y un hartazgo generalizados, y tristemente eso se reflejó durante la intervención de los siguientes oradores. El discurso de Enrique González Pedrero, brillante y de una lucidez sobresaliente, no tuvo una recepción mínimamente respetuosa; mientras él hablaba de la necesidad de invertir en la formación de capital humano la gente chiflaba, se desesperaba y reclamaba por la intervención "del Pejeeeee". El discurso de Elena Poniatowska, que tocó la importancia de la cultura en la construcción de una nación, no corrió con mejor suerte a pesar del carisma de Elena. Y el colmo fue ya con el discurso de Armando Bartra, sobre aspectos económicos, brillantemente argumentado, pero sin un receptor en condiciones de asimilar la importancia del mensaje. No fue culpa del público, sino de una planeación poco realista, hay que decirlo.
Enrique González Pedrero y Elena Poniatowska
Armando Bartra durante su discurso
La intervención de Andrés Manuel, y el contenido de su proyecto deben analizarse detalladamente en otros posts. No me detendré tanto en eso como en las imágenes del público. Cuando él inició su discurso el cansancio desapareció y la gente atendió, escuchó, comentó, aplaudió.
Durante el discurso de AMLO
Esta asamblea fue importante también por otras razones. Alrededor del zócalo se instalaron carpas con mercancías de diversas partes de la República: frijol, café, miel, mole, dulces, pan Mi General, queso, un centro de atención a la salud (ver las carpas blancas en las fotos de Elena) Esta me pareció una acción muy importante, porque si el movimiento es capaz de impulsar el desarrollo de una economía alternativa, libre de intermediarios, y capaz de competir -en su escala y en sus ámbitos locales- con las empresas trasnacionales y los monopolios de porquerías como Bimbo, este es el inicio de una verdadera reconstrucción nacional. Faltan muchos aspectos por resolver, como crear un sistema eficiente y justo de distribución y una estructura productiva sustentable. pero aplaudo muchísimo esta iniciativa.
Los estands de productos alternativos
Los últimos paquetes de pan Mi General
Un hermoso puesto de artesanía de Valle de Bravo
Otra cosa importante fue la asistencia de compañeros del SME, especialmente de algunos ex huelguistas que convivieron con nosotros en la Casa del Movimiento de la Delegación Benito Juárez. Se veían animados y con ganas de participar en esta ucha común por la igualdad y la justicia.
Compañeros del SME y de la CM-BJ cantando el Himno Nacional
Una asamblea como esta siempre es un muestrario de todas las formas de apoyo a la causa. En esos momentos el templete es el centro de atención, pero los protagonistas de esta historia somos todos los que vivimos y apoyamos este movimiento. Aquí les dejo varias imágenes:
Muchas cosas pasaron en esa asamblea, lo que refleja que este es un movimiento incluyente, dinámico. Hay muchos avances, la gente, contra todo pronóstico, se volcó de nuevo a apoyar a AMLO. Al contrario de lo que ocurre con el espurio, el equipo de asesores que él tiene es de primer nivel. Hay que depurar, hay que decidir muchas cosas, pero hay motivos para ser optimistas. Las aspiraciones presidenciales de AMLO fueron expuestas con sinceridad y consultadas con la gente. Ahora hay que trabajar y organizarse para evitar los errores del 2006; para contrarrestar la desinformación y la campaña de odio. Organizarse, es fácil decirlo ¿Pero cómo?. Un camino importante es hacer mucha labor desde abajo. Platicando, discutiendo, intercambiando opinones, interactuando con la gente, apoyándola, como ha sido la tónica con muchas entidades del Gobierno Legítimo, y con muchos ciudadanos independientes. La estructura partidista será el vehículo institucional, pero la esencia del movimiento somos nosotros. Es tiempo de comenzar.
Saludos
Samara
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